Aunque Coahuila no tiene mar, ahora tendrá un “puerto” que podría revolucionar su economía. El llamado Puerto del Norte, un complejo logístico en construcción en la región centro del estado, promete reducir hasta un 20% los costos de exportación para la industria local, y convertir a la entidad en un nodo clave del comercio internacional.

Este ambicioso proyecto —ubicado en Castaños, sobre la autopista Premier— funcionará como centro multimodal para conectar productos coahuilenses con puertos marítimos y fronteras terrestres. Con inversión privada superior a los 2 mil millones de pesos, se prevé que el complejo cuente con patios intermodales, aduanas internas, servicios logísticos y conectividad ferroviaria y carretera de primer nivel.

Empresarios y autoridades aseguran que esto facilitará el movimiento de mercancías hacia Estados Unidos y puertos del Golfo y el Pacífico, lo que beneficiará especialmente a los sectores automotriz, agroindustrial y minero. El proyecto forma parte de la visión estratégica de diversificación económica y eficiencia logística que impulsa el estado, con miras a consolidarse como líder en el nearshoring.

Coahuila no necesita mar para tener puerto. Con visión e infraestructura, el estado empieza a mover sus fronteras hacia el futuro. Lo importante ahora es que el Puerto del Norte no se quede en promesa… y que de verdad beneficie a quienes producen desde el desierto.