Una tarde de descuido y una tragedia que deja a toda una comunidad de luto: un bebé de apenas dos años perdió la vida en Piedras Negras tras ingerir ácido utilizado para limpiar equipos de aire acondicionado. El caso reabre el debate sobre la seguridad en el hogar y la importancia de la prevención.
La tragedia ocurrió en una vivienda del sector Mundo Nuevo. De acuerdo con el reporte de las autoridades, el pequeño fue encontrado inconsciente por su madre, quien inmediatamente llamó a los servicios de emergencia. A pesar de los esfuerzos médicos, el daño interno provocado por la sustancia fue irreversible.
Familiares y vecinos, consternados, relatan que el ácido —usado comúnmente para limpiar minisplits— se encontraba en un recipiente al alcance de los niños. El accidente, dicen, ocurrió en cuestión de segundos. Las autoridades iniciaron la investigación de rigor, pero insisten en el llamado a extremar precauciones y mantener cualquier químico fuera del alcance de los menores.
Casos como este ponen en evidencia la necesidad urgente de fortalecer la cultura de la prevención en el hogar. En muchos hogares, sustancias peligrosas como ácidos, detergentes o solventes se guardan sin la protección adecuada, convirtiéndose en riesgos silenciosos para los más pequeños.
La muerte de un niño por envenenamiento accidental es una tragedia que marca a toda la comunidad. Más allá de la pena y el duelo, este doloroso episodio debe ser un llamado urgente a la responsabilidad colectiva: padres, autoridades y la sociedad en general tienen la tarea de garantizar espacios seguros para los niños. Un segundo de descuido puede costar una vida; prevenir siempre será el único camino.
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