Misiles y drones rusos cayeron sobre la capital ucraniana el 24 de abril. Entre los heridos hay niños y una mujer embarazada. El miedo volvió a despertarse en Kiev.

En plena madrugada, el cielo de Kiev se tiñó de rojo. Rusia lanzó un ataque combinado con misiles y drones que golpeó barrios residenciales, comercios y estaciones de transporte. Las cifras oficiales hablan de al menos nueve personas fallecidas y más de 70 heridas.

Entre las víctimas hay menores de edad y una mujer embarazada, según informaron autoridades locales.
“Este es uno de los peores ataques desde inicios de 2024”, declaró Vitaly Klychko, alcalde de Kiev, el mismo día del bombardeo.

El gobierno ucraniano prometió represalias estratégicas, mientras que la comunidad internacional volvió a condenar los hechos.

¿Hasta cuándo el mundo va a dejar de ver estos horrores como si fueran rutina?

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