En chats vecinales y entre comerciantes del centro de Monclova circula la preocupación por el comportamiento de “El Morín”, una persona en situación de calle ampliamente conocida en la ciudad, quien causó revuelo al desnudarse en la vía pública; el hecho, captado en video y compartido en redes sociales, abrió el debate sobre salud mental, atención institucional y dignidad humana.

De acuerdo con testigos, el hombre deambuló por avenidas principales y se despojó de su ropa frente a transeúntes y automovilistas, generando sorpresa y comentarios entre la población. Si bien algunos lo tomaron como un incidente anecdótico, para colectivos sociales y médicos locales representa un síntoma de abandono y la falta de protocolos claros de atención para personas en situación de calle.

Hasta ahora se ha confirmado que “El Morín” no recibió asistencia inmediata de servicios de salud o de seguridad pública tras el episodio. Todavía no está claro si el DIF municipal o alguna instancia estatal intervendrán para ofrecerle atención médica y psicológica, ni si existe un censo actualizado de población en calle en Monclova.

Transportistas y comerciantes señalan que el caso refleja un problema recurrente: la ciudad convive con indigencia sin que existan programas sólidos de rehabilitación o reintegración. La población se pregunta qué protocolos aplican en Coahuila para garantizar que estas personas reciban tratamiento digno y no solo sean estigmatizadas en redes sociales.

Más allá del video viral, el caso de “El Morín” recuerda que la indigencia y la salud mental requieren soluciones públicas, no indiferencia. Monclova necesita programas integrales de atención, con acompañamiento social y médico, que vean a las personas en situación de calle como sujetos de derechos y no como espectáculo.