Los apagones vuelven a ser tema en Coahuila. Según Miguel Algara, secretario de Infraestructura estatal, las constantes fallas eléctricas se deben a la falta de mantenimiento preventivo por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Mientras tanto, miles de familias y empresas resienten el golpe en pleno verano.
Durante las últimas semanas, los cortes de luz y las fluctuaciones en el suministro han afectado a barrios residenciales, hospitales y zonas industriales. Los reclamos no tardaron en llegar: vecinos, comerciantes y líderes empresariales exigen respuestas, ya que las interrupciones provocan pérdidas económicas, afectan servicios esenciales y ponen en riesgo la seguridad en varios municipios.
Miguel Algara advirtió que la CFE ha descuidado el mantenimiento de líneas y subestaciones eléctricas, dejando a la entidad vulnerable ante la demanda creciente y las condiciones climáticas extremas. “El sistema requiere inversiones urgentes y una planeación a largo plazo; de lo contrario, los problemas seguirán aumentando”, alertó el funcionario.
La CFE, por su parte, ha respondido con promesas de regularización y atención prioritaria, aunque usuarios continúan reportando deficiencias. El llamado desde el gobierno estatal es claro: urge coordinación y mayor responsabilidad para garantizar un servicio básico que sostiene la vida diaria de millones de coahuilenses.
Un sistema eléctrico sin mantenimiento es una ruleta rusa para el desarrollo y la vida cotidiana. Más allá de los discursos, la energía debe estar garantizada como derecho y como motor de progreso. Coahuila merece respuestas, inversión y planificación real, porque la factura de cada apagón la paga toda la sociedad.
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