La sombra del huachicol sigue creciendo en Coahuila y ya llegó al Congreso local. El diputado Alberto Hurtado pidió una investigación a fondo sobre el robo y tráfico de combustibles en el estado, una problemática que amenaza la economía, la seguridad y la tranquilidad de miles de familias.
Durante la más reciente sesión, Hurtado subió a tribuna para exigir a las autoridades estatales y federales que no minimicen el fenómeno ni se limiten a operativos esporádicos. “No podemos permitir que el huachicol siga creciendo en Coahuila; debemos ir hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga”, advirtió el legislador, señalando la urgencia de desarticular las redes criminales y perseguir tanto a los responsables materiales como a sus posibles cómplices dentro y fuera del sector público.
El llamado llega en medio de reportes sobre un repunte en el decomiso de combustibles robados y el descubrimiento de nuevas tomas clandestinas en municipios como Saltillo, Monclova y la Región Laguna. La magnitud del delito, advierten expertos, no solo afecta a Pemex: genera pérdidas millonarias para la economía estatal y pone en riesgo a comunidades enteras por explosiones, fugas y violencia asociada.
Organizaciones civiles y empresarios respaldaron la postura, insistiendo en que la transparencia y la vigilancia ciudadana son indispensables para erradicar la impunidad y cortar de raíz el negocio del huachicol.
Investigar el huachicol a fondo es una deuda urgente con Coahuila. No basta con golpes mediáticos ni decomisos ocasionales; hace falta voluntad política y coordinación real entre todos los niveles de gobierno. Porque mientras el combustible siga fluyendo en manos equivocadas, la seguridad y el desarrollo del estado estarán en peligro. La justicia debe ir más rápido que el delito.
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