En una jornada que puso a prueba el trabajo policial, un perro entrenado de la Dirección de Seguridad Pública de Torreón localizó un paquete con más de un kilo de mariguana oculto en una empresa de paquetería. El hallazgo refuerza la lucha contra el narcomenudeo y demuestra que, a veces, el mejor aliado en la frontera es de cuatro patas.

Fue en una de las bodegas del oriente de la ciudad donde “Fargo”, un ejemplar canino especializado en detección de drogas, marcó una caja sospechosa durante una inspección rutinaria. Los oficiales, al abrir el paquete, confirmaron la presencia de poco más de un kilo de mariguana, con un valor de mercado estimado en 65 mil pesos.

El paquete, que tenía como destino otra ciudad del norte, fue asegurado y puesto a disposición de las autoridades federales para dar seguimiento a la investigación. Hasta el momento no hay personas detenidas, pero el operativo fue reconocido como un éxito por la Dirección de Seguridad Pública Municipal, que destacó la importancia de los binomios caninos para combatir el tráfico de estupefacientes a través de empresas de mensajería.

Este tipo de hallazgos no es aislado: en los últimos meses, el uso de perros entrenados ha sido clave para detectar cargamentos ilegales que intentan cruzar la región lagunera camuflados entre mercancía común. El mensaje es claro: el narcomenudeo se diversifica, pero la policía también se adapta y fortalece sus estrategias.

La historia de Fargo, el perro policía, es también la historia de la vigilancia constante en las ciudades del norte. La delincuencia evoluciona y busca caminos nuevos, pero la astucia —y el olfato— de quienes defienden la ley marca la diferencia. Cada hallazgo refuerza la idea de que el trabajo bien hecho, incluso el de nuestros aliados animales, puede frenar el avance de quienes intentan corromper a la sociedad. Torreón demuestra que la seguridad también depende de sumar inteligencia, disciplina y, por qué no, un buen sentido del olfato.