Para miles de obreros en los parques industriales de Coahuila, la jornada laboral conlleva riesgos, algunos visibles y otros silenciosos como el estrés. La muerte de José Enrique Sandoval García, un trabajador de 49 años, dentro de una empresa en Torreón, presuntamente por un infarto fulminante, es un llamado de atención sobre la obligación de investigar a fondo la salud en los entornos de trabajo de todo el estado.

El fallecimiento ocurrió en el Parque Industrial Las Américas, donde Sandoval García laboraba desde hace varios años. Según los primeros reportes, el trabajador padecía diabetes, condición que pudo haber influido en el desenlace fatal. Aunque la causa aparente fue natural, la Fiscalía del Estado inició la investigación correspondiente. La Ley Federal del Trabajo y la NOM-035 obligan a las empresas a identificar y prevenir factores de riesgo psicosocial, como el estrés laboral, que pueden contribuir a eventos cardiovasculares.

Este caso exige una rendición de cuentas por parte de la Secretaría del Trabajo de Coahuila. El protocolo federal es claro en que la salud laboral es integral, no solo la prevención de accidentes. La responsabilidad del gobierno estatal es asegurar que esta visión se aplique.

¿Incluirá la investigación de la Secretaría del Trabajo una revisión de las condiciones laborales de la víctima para determinar si existían factores de riesgo psicosocial, o el caso se cerrará como “muerte natural” sin indagar más a fondo? La pregunta es clave para la protección de miles de trabajadores.

Cuando un trabajador muere en su puesto, la primera pregunta no debe ser ‘¿de qué murió?’, sino ‘¿por qué murió aquí?’. La pregunta para las empresas y autoridades de Coahuila es si están cuidando la salud integral de sus trabajadores o si solo se preocupan por los accidentes que se ven.