Un niño de dos años estuvo al borde de la muerte al quedarse sin supervisión en los juegos acuáticos de una alberca ubicada en la colonia Benito Juárez de Ciudad Acuña. Mientras su madre conversaba con amigas, el menor fue encontrado flotando sin respuesta. La rápida intervención de los presentes y del cuerpo de paramédicos de la Cruz Roja salvó su vida.

Los elementos de seguridad y la Fiscalía acudieron al lugar tras el incidente. Aunque inicialmente se temió lo peor, el menor fue trasladado a un hospital en condiciones estables después de recibir atención inmediata. El caso apunta a un descuido momentáneo de cuidado, pero cerca de convertirse en tragedia, y recalca la importancia de la supervisión directa en espacios de riesgo.

Este acontecimiento ha reabierto la discusión sobre las medidas de seguridad en centros recreativos infantiles: chalecos salvavidas accesibles, señalización clara, protocolos de emergencia activos y personal capacitado son indispensables. La prevención es clave para evitar que un instante se convierta en irreparable.

La vida de un niño no se salva por azar; se mantiene con atención y responsabilidad compartida. En Coahuila, cada espacio de recreo debe ser también un espacio seguro, sin importar lo breves que sean los momentos de distracción.