Coahuila ha registrado casi 37 mil viviendas afectadas por inundaciones en los últimos años, según datos del Inegi. Saltillo, Torreón y Monclova encabezan la lista de daños, donde cada temporada de lluvias se convierte en una amenaza constante para miles de familias.

Las lluvias que caen en Coahuila no siempre traen alivio: para muchas familias, significan pérdida, incertidumbre y dolor. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 36,934 viviendas han sufrido afectaciones por inundaciones a lo largo de los últimos años, cifra que posiciona al estado como uno de los más vulnerables del norte del país.

Los municipios más afectados son Saltillo, Torreón, Monclova y Piedras Negras, donde el crecimiento urbano desordenado, la falta de drenaje pluvial eficiente y el cambio climático han generado condiciones críticas. En cada temporada de lluvias, calles enteras se convierten en ríos y los hogares en presas atrapadas entre el agua y el abandono.

Además de los daños materiales, las inundaciones traen consigo riesgos sanitarios, pérdidas escolares, interrupciones laborales y un impacto psicológico que rara vez se contabiliza. Aunque hay avances en obras de desagüe y colectores pluviales, los habitantes de zonas vulnerables denuncian que las soluciones siguen llegando tarde o no llegan.

Expertos han advertido que los efectos del cambio climático aumentarán la intensidad de las lluvias, por lo que urgen inversiones sostenidas en infraestructura verde, planificación urbana y sistemas de alerta temprana.

Cuando el agua entra sin permiso, también arrastra la dignidad de quienes no tienen cómo defender su hogar. Las cifras del Inegi no son solo estadísticas: son vidas anegadas. Coahuila no puede seguir drenando paciencia mientras se inunda el futuro.