Luis Cárdenas Palomino, uno de los hombres más cercanos a Genaro García Luna y acusado de delitos relacionados con tortura y crimen organizado, habría sido trasladado recientemente al penal federal de Mesillas, en Ramos Arizpe. Aunque la información no ha sido confirmada oficialmente por autoridades federales, fuentes penitenciarias filtraron el movimiento como parte de una estrategia de redistribución de internos de alto perfil.

Cárdenas Palomino, exdirector de Seguridad Regional de la extinta Policía Federal, enfrenta procesos por su presunta participación en la tortura de testigos clave y por vínculos con el Cártel de Sinaloa, cargos similares a los que enfrentó su antiguo jefe, hoy condenado en Estados Unidos. Su posible presencia en territorio coahuilense ha causado revuelo entre activistas y familiares de víctimas, que han pedido mayor vigilancia y transparencia en torno al penal de Ramos Arizpe, considerado de alta seguridad.

Hasta el momento, el Gobierno de Coahuila no ha emitido postura oficial, y la Fiscalía General de la República mantiene hermetismo sobre los movimientos de internos. La versión extraoficial apunta a que el traslado se dio por razones estratégicas, debido a la saturación de penales federales en otras entidades.

Cuando el pasado regresa en silencio, hay que ponerle lupa. La posible llegada de Cárdenas Palomino a Coahuila no es solo un dato carcelario: es un recordatorio de que la justicia también tiene memoria… y que el Estado debe demostrar que no hay impunidad con fuero.