En las canchas de boxeo de Coahuila, un joven de 17 años soñaba con la gloria, pero su vida fue truncada por una tragedia. José Alfredo Torres Rodríguez, conocido como ‘El Pistón’, una promesa del boxeo lagunero y campeón estatal, murió arrollado por un tren en San Pedro. Su muerte, ocurrida mientras se ejercitaba cerca de las vías, es un doloroso recordatorio del peligro que acecha en los cruces ferroviarios y la urgencia de programas de concientización en todo el estado.
El incidente ocurrió a primera hora de la mañana en la colonia Luis Donaldo Colosio. José Alfredo, quien formaba parte de la Academia de Boxeo Municipal “Lobito Ruiz”, posiblemente llevaba auriculares, lo que pudo impedir que escuchara la locomotora. La pérdida de un talento deportivo como ‘El Pistón’ no solo enluta a su familia, sino a la comunidad deportiva de Coahuila y expone la vulnerabilidad de los ciudadanos ante la infraestructura ferroviaria.
Este lamentable hecho exige una rendición de cuentas a las autoridades de Protección Civil y de Transporte del gobierno estatal. La operación ferroviaria es federal, pero la seguridad de los ciudadanos en los cruces es responsabilidad del estado y los municipios.
¿Activarán la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes de Coahuila y las autoridades municipales de San Pedro un plan urgente de señalización, barreras y campañas de concientización reforzadas, especialmente dirigidas a jóvenes, para proteger a quienes viven o se ejercitan cerca de las vías del tren? La pregunta es fundamental para evitar que más promesas se rompan en el riel.
José Alfredo ‘El Pistón’ soñaba con levantar campeonatos, pero el destino lo encontró en una vía. Su muerte no es solo una estadística; es la prueba de que el silencio del tren es ensordecedor para quienes no lo escuchan. La pregunta para las autoridades de Coahuila es si esperarán a la próxima tragedia o si convertirán cada cruce ferroviario en una zona de vida, no de muerte.














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