El IMSS en La Laguna ha logrado lo impensable: convertirse en el líder nacional en donaciones cadavéricas de órganos, superando a unidades médicas de la Ciudad de México y Jalisco. Este logro no es solo una estadística; es el resultado del compromiso de un equipo médico y de la generosidad de familias coahuilenses, transformando la tragedia en vida para pacientes de todo el país. Es un faro de esperanza que el estado de Coahuila debería replicar en todas sus regiones, para consolidar una cultura de donación.

La Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 71 del IMSS en Torreón ha concretado 19 donaciones cadavéricas en 2025, según información de Milenio. Este número coloca a La Laguna por encima de hospitales referentes en el Centro y Occidente de México. La donación permite obtener órganos vitales como riñones, córneas, hígado y corazón, que salvan o mejoran la calidad de vida de personas en lista de espera. Este éxito no se limita a las cifras, sino al desarrollo de procesos eficientes y una profunda sensibilización social.

Este liderazgo del IMSS en La Laguna exige una rendición de cuentas sobre cómo el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Salud, puede aprender y replicar este modelo exitoso en sus propios hospitales. La vida de miles de coahuilenses en lista de espera no puede depender solo de una institución.

¿Activará la Secretaría de Salud de Coahuila un plan estatal de fortalecimiento de la cultura de donación de órganos, coordinado con todas las instituciones de salud, tomando como referencia el exitoso modelo de procuración y sensibilización del IMSS en La Laguna, para que la donación sea una esperanza accesible en cada rincón del estado?

Cuando el dolor de una pérdida se convierte en la oportunidad de una nueva vida, la sociedad gana. La Laguna no solo dona órganos, dona esperanza. La pregunta para las autoridades de Coahuila es si extenderán este milagro a cada hospital y a cada familia que espera, convirtiendo a todo el estado en un referente de generosidad y vida.