Gracias al aumento en el nivel de la presa La Amistad, las autoridades de Eagle Pass, Texas, anunciaron el levantamiento de las restricciones para el uso del agua. La decisión también beneficia a comunidades del norte de Coahuila, que comparten el sistema hídrico internacional.
Después de meses de limitaciones por escasez, la región fronteriza respira con más tranquilidad. Eagle Pass, ciudad vecina de Piedras Negras, anunció oficialmente el levantamiento de las restricciones impuestas al uso del agua potable, tras un repunte significativo en el nivel de la presa binacional La Amistad.
El embalse, que capta agua del río Bravo y sirve tanto a Texas como a Coahuila, alcanzó niveles considerados seguros para garantizar el suministro doméstico, agrícola e industrial. Las recientes lluvias en la cuenca alta, especialmente en áreas de Coahuila como Acuña, fueron clave para este alivio compartido.
Las restricciones incluían limitaciones en riego de jardines, lavado de vehículos y uso recreativo del agua. Ahora, con la nueva disposición, la ciudad vuelve a operar con normalidad, aunque las autoridades pidieron mantener el uso racional del recurso, ante un panorama climático que sigue siendo incierto.
Del lado mexicano, municipios como Piedras Negras, Nava y Jiménez también se ven beneficiados por la recuperación del sistema hídrico. Organismos como la CILA (Comisión Internacional de Límites y Aguas) y la Conagua han confirmado que el monitoreo conjunto seguirá activo para evitar un nuevo escenario crítico en caso de sequía prolongada.
Cuando el agua escasea, las fronteras desaparecen. La Amistad no es solo una presa: es símbolo de cómo la naturaleza une lo que la política a veces separa. Que este respiro sirva para algo más que llenar tanques: que nos enseñe a cuidar lo que compartimos.
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