La herida de Altos Hornos de México sigue abierta en Monclova, y esta semana la indignación llegó a otro nivel: Alonso Ancira, exdueño de la acerera y figura central en su debacle, apareció en la lista de empleados por liquidar. Obreros y extrabajadores reaccionaron con rabia e incredulidad ante lo que consideran una burla más de la crisis que devastó a miles de familias.
La noticia corrió como pólvora en grupos sindicales y redes sociales: Ancira, señalado por corrupción y malos manejos que llevaron a AHMSA al colapso, fue incluido en el listado de trabajadores a indemnizar tras el cierre de la planta. Para los empleados, muchos aún sin recibir su liquidación o prestaciones atrasadas, el hecho es una afrenta directa.
Las voces más indignadas recuerdan los años de bonanza y luego la caída abrupta de la siderúrgica más grande del norte del país. “Ancira nos dejó sin empleo y sin futuro, y ahora resulta que le toca liquidación como si fuera uno más”, reclamaron obreros afuera de las oficinas administrativas. El Sindicato Nacional Democrático calificó el episodio como un insulto, exigiendo transparencia en los pagos y justicia para quienes realmente lo perdieron todo.
La administración de AHMSA no ha dado explicaciones públicas sobre la presencia de Ancira en la lista, mientras autoridades laborales prometen revisar el proceso. La tensión social crece: para Monclova, la herida de AHMSA es también la del abuso y la impunidad.
La aparición de Ancira en la lista de liquidación es el símbolo de un sistema que, a menudo, castiga al trabajador y premia al responsable de la desgracia. Mientras los obreros luchan por sobrevivir, las figuras del poder parecen moverse entre trámites y beneficios. Monclova merece una respuesta clara y una justicia verdadera: la dignidad obrera no puede ser una línea más en un listado administrativo.














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