El drama de Altos Hornos de México (AHMSA) en Monclova sigue sin final. Ahora, los pagos a ex trabajadores —que van desde 300 mil hasta más de 8 millones de pesos por persona— dependen de la eventual venta de la empresa y de los procedimientos establecidos en la ley de quiebras, dejando a cientos de familias en la cuerda floja y en la espera de una resolución que parece no llegar nunca.
Las autoridades laborales informaron que, tras la liquidación de personal y la crisis financiera de la acerera, cualquier pago pendiente —incluyendo liquidaciones y prestaciones— estará condicionado a que la empresa sea vendida o logre solventar sus obligaciones bajo el marco de la ley de concursos mercantiles. Esto significa que el futuro de los trabajadores despedidos está atado a un proceso judicial y comercial que puede extenderse por meses, o incluso años.
La lista oficial de pagos pendientes, que ya circula entre los trabajadores y autoridades, detalla los montos individuales que corresponden a cada ex empleado bajo distintos artículos de la ley laboral. Por razones de privacidad, los nombres no se hacen públicos aquí, pero la lista completa está disponible para consulta de los interesados en las oficinas sindicales y portales oficiales. Los importes varían ampliamente, según antigüedad y puesto, y en algunos casos superan los ocho millones de pesos, reflejando la magnitud de la deuda.
La situación genera creciente desesperación entre quienes, tras décadas de trabajo, ven amenazada su estabilidad económica y la de sus familias. Mientras tanto, los sindicatos y colectivos de ex trabajadores han solicitado la intervención de las autoridades federales para agilizar el proceso y evitar mayores afectaciones en Monclova, ciudad cuya vida gira en torno a la acerera.
El panorama es incierto: sin recursos líquidos ni comprador seguro a la vista, el fantasma de la insolvencia ronda a una comunidad entera.
Lo de AHMSA no es solo un problema empresarial, es una crisis social que golpea el corazón de Monclova. Cada día de espera es un día más de angustia para cientos de familias que solo piden justicia laboral. Urge una respuesta a la altura, donde el trabajo y la dignidad de la gente no queden en el olvido de los despachos y los juzgados.
Comments are closed