Transportistas y comerciantes del centro de Monclova comentan con alivio los últimos operativos: en apenas cuatro meses, autoridades federales y estatales decomisaron 350 kilos de metanfetamina y marihuana en distintas zonas de Coahuila, una cifra que revela tanto la presión del narcotráfico en el estado como la capacidad de respuesta de los cuerpos de seguridad. El dato fue confirmado este fin de semana tras la presentación de resultados de la Mesa de Seguridad.

Primero, los aseguramientos se concentraron en rutas carreteras estratégicas, donde la Guardia Nacional y el Ejército detectaron cargamentos ocultos en vehículos particulares y de carga. Después, operativos coordinados en colonias urbanas permitieron desarticular puntos de venta y distribución. Hasta ahora se ha comprobado que las incautaciones más grandes provinieron de operativos conjuntos en Saltillo y la Región Centro; todavía no está claro si derivarán en sentencias firmes, pues los procesos judiciales siguen abiertos.

De acuerdo con cifras oficiales, en lo que va del año se han detenido a decenas de personas relacionadas con el narcomenudeo, aunque los nombres no se han dado a conocer por respeto al debido proceso. Autoridades estatales subrayaron que la coordinación con la federación será permanente y que ya se calendarizaron rondas de patrullaje adicionales y reuniones semanales para dar seguimiento a cada caso. La meta es clara: reducir en al menos 20% los reportes ciudadanos de venta de drogas en colonias.

El decomiso de 350 kilos de droga en 120 días muestra que la presión del narcomenudeo no es anecdótica, sino estructural. El reto ahora no es solo seguir asegurando cargamentos, sino garantizar que los procesos judiciales lleguen a sentencias y que las colonias perciban un cambio real en seguridad. Sin métricas claras de reducción del delito, los golpes mediáticos corren el riesgo de quedarse en cifras frías.