En Torreón, el agua es memoria y esperanza. El colectivo Nazas Vivo ha iniciado una cruzada por devolverle el agua al desierto lagunero y rescatar el río Nazas, fuente de vida y símbolo de la región. Su lucha, lejos de ser solo ambiental, es una defensa del futuro, la cultura y la dignidad de la Comarca Lagunera.

El movimiento reúne a ambientalistas, ciudadanos y especialistas que buscan cambiar la historia del río Nazas, cuyas aguas han sido desviadas, sobreexplotadas o contaminadas durante décadas. Los promotores de Nazas Vivo insisten: restaurar el flujo y la salud del río no es un lujo, es una necesidad urgente ante el avance del desierto, la crisis hídrica y el deterioro de la biodiversidad.

Las acciones van desde reforestaciones y campañas educativas, hasta la exigencia de políticas públicas más firmes para la gestión del agua, la protección de cuencas y la participación ciudadana. El colectivo también ha puesto sobre la mesa la urgencia de revisar concesiones, castigar a quienes contaminan y abrir espacios de diálogo entre gobierno, productores y sociedad civil.

La batalla por el Nazas no es solo local. Representa el reto nacional de conciliar desarrollo, medio ambiente y vida digna en las regiones áridas de México.

Devolverle el agua al río es devolverle el alma al desierto. La lucha de Nazas Vivo no es solo ecológica, es por el derecho a un futuro donde el agua alcance para todos. Que el ejemplo de Torreón inspire a cuidar, defender y sanar cada río de nuestro país.