El gobernador Manolo Jiménez fue tajante: el huachicol recientemente asegurado en operativos federales no fue extraído de Coahuila. En medio de la creciente preocupación nacional por el robo de combustibles, el mandatario estatal salió al paso para aclarar que la entidad no es origen de los últimos decomisos.
Durante una rueda de prensa, Jiménez subrayó que los reportes oficiales demuestran que el combustible incautado en recientes operativos tiene su origen fuera del estado, aunque reconoció que el tránsito de pipas y el paso de grupos criminales por territorio coahuilense sigue siendo un reto para las autoridades locales.
El gobernador reiteró el compromiso de su gobierno con el combate al huachicol y la colaboración con instancias federales, pero pidió no estigmatizar a Coahuila ni a sus municipios por hechos ocurridos en otras entidades. Asimismo, enfatizó la importancia de mantener operativos de vigilancia, reforzar la inteligencia policial y fortalecer la coordinación interestatal para prevenir el delito.
Expertos y líderes sociales consideran que el tráfico de combustibles robados es un fenómeno nacional y, aunque Coahuila no sea el punto de origen, sigue siendo una zona de paso y, por lo tanto, en riesgo. El reto, coinciden, es blindar el estado sin caer en falsas atribuciones.
Aclarar el origen del huachicol es importante, pero el verdadero desafío es cerrar la puerta al delito en todo el territorio. Coahuila necesita permanecer alerta y sumar esfuerzos para no ser eslabón en una cadena que daña al país entero. La transparencia y la coordinación son el mejor antídoto contra la estigmatización y la impunidad.
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