En las canchas de fútbol de Coahuila, el sueño de la élite deportiva sigue más vivo que nunca. El saltillense Sahiel Cedillo, joya de 17 años, no solo se ha afianzado como promesa en las fuerzas básicas del Santos Laguna, sino que ya es pieza clave de la Selección Mexicana Sub-18. Su meteórico ascenso es un recordatorio del talento deportivo que germina en el estado y la urgencia de crear programas de apoyo desde la base.

Cedillo, quien inició su carrera en el Club Deportivo La Haciena en Saltillo, ha sido llamado a cinco concentraciones con el Tri y recientemente anotó en un partido crucial. El desarrollo de futbolistas de alto rendimiento como Sahiel es fundamental para el futuro del deporte mexicano y para la representación de Coahuila en las ligas profesionales.

Este éxito individual, si bien es el fruto de la disciplina de Sahiel, también exige una rendición de cuentas a las autoridades deportivas estatales. El protocolo federal de desarrollo deportivo impulsa la detección temprana de talentos, pero la inversión y el seguimiento dependen de las entidades.

¿Tiene el Instituto Coahuilense del Deporte (INEDEC) un programa estructurado para identificar y becar a jóvenes promesas como Sahiel, o el descubrimiento y el apoyo de estos talentos depende únicamente de la iniciativa privada y los clubes profesionales? La pregunta es crucial para el futuro deportivo del estado.

Sahiel Cedillo es más que un futbolista; es la demostración del potencial que hay en cada campo de tierra de Coahuila. La pregunta para las autoridades no es si celebrarán sus goles, sino qué harán para que miles de jóvenes más tengan la oportunidad de seguir sus pasos y llevar el nombre del estado a la élite del deporte.