La Región Centro del estado suma 74 casos confirmados de dengue, de los cuales 52 corresponden a Monclova, 18 a Frontera, tres a San Buenaventura y uno por municipio en Castaños y Nadadores.
El número creció desde los 65 casos de la semana anterior, lo que evidencia que el vector no es solo problema de la costa sino de zonas centrales de Coahuila. Las autoridades han activado operativos de fumigación, descacharrización y vigilancia activa en zonas urbanas y rurales.
En el municipio de Candela se investigan casos sospechosos, con movilización de epidemiólogos y toma de pruebas rápidas y PCR.
La coordinación entre municipios de la Región Centro —Monclova, Frontera, Castaños, Nadadores— y la Secretaría de Salud de Coahuila busca detener la propagación antes de que se convierta en un brote mayor. Pero surge la pregunta: ¿contará el estado con recursos humanos, insecticidas y monitoreo efectivo para cortar la transmisión y evitar más fallecimientos?
El crecimiento sostenido de casos obliga a mirar la prevención como prioridad, no como reacción. La Región Centro ya no puede considerarse “zona limpia” de dengue. El verdadero reto será que esta movilización se traduzca en vigilancia permanente, no en campaña momentánea. ¿Podrá Coahuila convertir este riesgo en agencia preventiva de salud o seguirá actuando solo ante emergencias?














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