La empresa Maxion Structural Components, ubicada en Castaños, anunció el retiro voluntario de aproximadamente 100 trabajadores, ante la caída de pedidos internacionales y la implementación de aranceles en Estados Unidos, que han repercutido directamente en su producción.

Desde julio, la planta enfrentaba paros técnicos como medida para evitar despidos, pagando entre el 60 % y el 100 % del salario según el área. Sin embargo, la persistente incertidumbre económica llevó a que alrededor de 500 trabajadores solicitaran retirarse voluntariamente, aunque no todos serán aceptados por la empresa.

Actualmente, las operaciones son intermitentes: la planta detuvo actividades esta semana y sólo el personal de mantenimiento regresa ocasionalmente para conservar la maquinaria; mientras tanto, continúa la revisión de las solicitudes de retiro y planificación del personal restante.

Este ajuste laboral refleja un contexto estatal complicado: Coahuila atraviesa un entorno económico tenso, donde las industrias exportadoras —como la automotriz— enfrentan barreras arancelarias, retracciones de mercado y volatilidad en sus cadenas de suministro.

Las medidas como retiros voluntarios pueden evitar despidos masivos, pero también evidencian la fragilidad del modelo laboral industrial. Coahuila necesita diversificar su economía, fortalecer la capacitación técnica y avanzar hacia una reactivación productiva que no dependa exclusivamente de la exportación automotriz.