El cierre de varios accesos entre Torreón y Gómez Palacio ha encendido una disputa metropolitana que muestra fallas en la coordinación intermunicipal de la región de La Laguna, y plantea la necesidad de una estrategia conjunta para movilidad, seguridad y desarrollo regional en Coahuila y Durango.
En Torreón, Coahuila, el alcalde Román Alberto Cepeda González defendió el cierre de pasos viales hacia Gómez Palacio como parte de una estrategia de seguridad y reducción de incidentes, subrayando que la medida se basa “en hechos, no en colores políticos”.
Desde Durango, el gobernador Esteban Villegas aseguró que “no se tiene por qué tener barreras, y menos entre laguneros” al criticar la medida que afecta a la Comarca Lagunera.
La tensión es más que un problema local: la regíon Lagunera se extiende por municipios en Coahuila y Durango y depende de movilidad fluida para trabajo, comercio, servicios y transporte. La existencia de cierres inesperados sin consulta ni coordinación indica un déficit en gobernanza metropolitana.
Para que la región avance, se requiere un esquema intermunicipal, sincronizado por ambas entidades federativas, que contemple mapas de movilidad, protocolos de cierre/alerta, impacto a usuarios y mecanismos de información pública. A falta de ello, las medidas locales pueden fragmentar la zona en lugar de integrarla.
La Laguna no puede permitirse muros administrativos cuando la geografía, sociabilidad y economía son una sola realidad urbana. Este episodio es una llamada de atención: sin coordinación real entre Coahuila y Durango, los cierres de pasos pueden convertirse en barreras para la ciudadanía. ¿Cuándo los municipios y los estados abrazarán una gobernanza metropolitana con visión global y no solo decisiones aisladas?














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