Aunque el INEGI reportó una leve disminución de la inflación en la primera quincena de julio, el economista coahuilense Rubén Aguilar advierte que el contexto económico aún es frágil. Llama a evitar triunfalismos y mantener la cautela en el gasto y las inversiones.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor mostró una ligera desaceleración durante la primera quincena de julio, según cifras del INEGI. Sin embargo, desde Coahuila llegan voces que piden no confiarse. El economista y académico Rubén Aguilar subrayó que, pese al dato positivo, aún existen riesgos que podrían presionar nuevamente los precios en los próximos meses.

Aguilar explicó que algunos productos agroalimentarios bajaron por efectos estacionales —como frutas y verduras— pero otros sectores, como energía y vivienda, mantienen una tendencia sostenida al alza. “Hay que interpretar el dato con mesura. No es una señal de victoria, sino un respiro moderado dentro de un entorno aún volátil”, señaló el especialista.

Coahuila, con una economía fuertemente industrial y exportadora, es particularmente sensible a las variaciones de los precios internacionales y a factores como el tipo de cambio o las políticas de tasas de interés del Banco de México. Por ello, el llamado es a mantener prudencia en el gasto público, evitar endeudamientos innecesarios y reforzar los apoyos sociales en sectores vulnerables.

También advirtió que fenómenos climáticos como sequías o huracanes podrían impactar los precios agrícolas en el corto plazo, y que la incertidumbre electoral a nivel nacional genera nerviosismo en los mercados, afectando decisiones de inversión.

Cuando la inflación baja, no siempre significa que la vida se abarata. En tiempos inciertos, la prudencia no es cobardía, es inteligencia económica. Coahuila necesita seguir con paso firme, pero también con los ojos bien abiertos. Porque cualquier descuido cuesta… y se paga en la tiendita de la esquina.