Saltillo ya no da abasto con su basura: solo quedan dos años y medio en el relleno, y mientras buscan nuevo terreno, improvisan una “minifosa”. ¿Será suficiente para evitar un tapón de olores y crisis?
El director de Servicios Primarios, Aníbal Soberón Rodríguez, confirmó que el relleno sanitario tiene apenas 2.5 años de vida útil restante y que, ante la falta de terreno disponible, se evaluó hacer una fosa chica al fondo, junto a la caseta y carretera para ganar unos meses más. Pero eso es solo un parche: los estudios ambientales y trámites federales y estatales están en proceso lento, lo que podría extenderse y dejar a la ciudad al límite.
El alcalde Javier Díaz González ya gestionó nuevas hectáreas con respaldo del fideicomiso del ISN; dice que necesitarían más de cinco hectáreas para dar tranquilidad a largo plazo. Además, se planea regular las recicladoras urbanas dentro de la mancha urbana, reubicarlas para evitar riesgos de contaminación.
La estrategia “minifosa” es drástica: obliga a prever calidad del suelo, evitar acuíferos y calcular eficiencia logística. Mientras tanto, la basura sigue acumulándose, recordando que no basta con tapar hoyos, se necesita visión ambiental a largo plazo.
“Todavía hay algún espacio ahí en el Relleno Sanitario, pero habrá que hacer los levantamientos de la obra… sería chica.” – Aníbal Soberón Rodríguez, Director de Servicios Primarios de Saltillo
Así no se avanza, mi gente: un carrito para tapar un pozo que se va a llenar. Saltillo necesita una fosa de verdad o está sentenciado a vivir entre basura.
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