En grupos de WhatsApp de Múzquiz se repite la indignación: “ese perro ya había atacado”. Un niño de seis años resultó con heridas en el rostro tras ser mordido en la colonia Chevrolet. La comunidad denuncia que no es la primera vez que ocurre, y exige acciones claras para toda la región carbonífera.

El menor fue trasladado al Centro de Salud por su abuela. Se ha confirmado hasta el momento que las lesiones fueron tratadas de inmediato y el niño se encuentra estable. No se tiene certeza aún de si el dueño del animal enfrentará sanciones, aunque la Ley de Protección Animal de Coahuila contempla multas y aseguramiento en casos de reincidencia.

Autoridades municipales de Múzquiz informaron que el perro será resguardado y revisado por control canino. Todavía no está claro si la Fiscalía abrirá carpeta, pero vecinos piden protocolos firmes para evitar nuevos ataques.

En contraste, mientras la federación promueve campañas de tenencia responsable, el gobierno estatal enfrenta críticas por la falta de un registro efectivo de animales agresivos y la ausencia de programas preventivos en municipios pequeños.

Un ataque de perro expone otra carencia estructural: ¿queremos comunidades seguras para nuestros niños, o seguir reaccionando solo cuando ocurre una tragedia?