En los primeros días de agosto de 2025, la presa Lázaro Cárdenas —también conocida como El Palmito— experimentó un repunte en sus niveles de almacenamiento que renueva la esperanza entre los agricultores de la Comarca Lagunera. Las aportaciones actuales superan los 12 m³/s gracias al aporte constante de los ríos Ramos y Oro, lo que ha elevado el volumen almacenado a 742 millones de metros cúbicos, aunque todavía lejos de su capacidad total de 2 900 millones.
Este repunte moderado representa un pequeño respiro tras años de sequía prolongada. Aún faltan lluvias decisivas, ya que las previsiones no indican precipitaciones en la cuenca alta del Nazas en los próximos días. A pesar de ello, agricultores y comunidades agrícolas reciben este avance como una oportunidad para mitigar el riesgo para el próximo ciclo agrícola, especialmente mientras concluye oficialmente la temporada de lluvias.
En este contexto, resurge un reto conocido: garantizar que este alivio se traduzca en una distribución eficiente y equitativa del agua. Especialistas advierten que la recuperación parcial no resuelve la crisis estructural; es clave combinar estas captaciones con sistemas más eficientes de riego, conciencia ambiental y coordinación institucional.
En Coahuila, más que celebrar mañanas frescas, se requiere construir tejidos capaces de aprovecharlas. El agua es promesa viva, pero su verdadero valor reside en la manera en que compartimos y la cuidamos, hoy y siempre.














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