Un revés que pone a prueba al sector: las exportaciones de autos producidos en Coahuila registraron una baja de 2.8% en el primer semestre de 2025, la más pronunciada en años recientes. Las armadoras enfrentan desafíos globales, pero también oportunidades para reactivarse.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), entre enero y junio México exportó 1,666,184 vehículos, frente a los 1,714,794 del mismo periodo de 2024, una diferencia de 48,610 unidades menos, lo que representa un retroceso del 2.8%
La industria automotriz de Coahuila, clave por su peso en la manufactura nacional, está particularmente sensible a esta baja. Las razones tras la caída incluyen una menor demanda en Estados Unidos, cuellos de botella logísticos y la adaptación a nuevas normativas comerciales internacionales.
Las plantas instaladas en Saltillo, Ramos Arizpe y la Comarca Lagunera ya han comenzado mesas de diálogo con sindicatos y autoridades estatales para diseñar estrategias que impulsen la reactivación de exportaciones, evitando recortes de turnos o ajustes de personal.
Un descenso del 2.8% puede parecer pequeño, pero en una industria que sustenta miles de empleos y comunidades enteras, equivale a un sismo en la economía local. Coahuila ha demostrado capacidad para enfrentar retos, pero esta vez se requiere más que reacción: es momento de anticiparse, impulsar innovación y diversificar mercados. La competitividad no espera, y la meta sigue siendo mantener el motor automotriz encendido y fuerte.
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