Trabajadores de Altos Hornos de México (AHMSA) mantienen firme el bloqueo en Monclova, impidiendo que salga maquinaria, acero o insumos, ante el temor de un desmantelamiento encubierto. Advierten que no bajarán la guardia hasta tener certezas sobre el futuro de la empresa.

La tensión persiste a las afueras de AHMSA. Decenas de trabajadores sindicalizados siguen custodiando los accesos a la planta ubicada en Monclova, impidiendo cualquier movimiento de maquinaria o materiales. Su consigna es clara: “no sale nada” hasta que se garantice la reactivación formal de la siderúrgica.

El paro de actividades y la falta de pagos han dejado a cientos de familias en incertidumbre, mientras se acumulan semanas sin producción real. Los obreros aseguran que han detectado intentos de sacar equipo de valor o acero ya procesado, lo que ha encendido las alarmas sobre un posible vaciamiento progresivo.

“Si permitimos que se lleven lo que queda, después no quedará nada que recuperar”, señalan representantes del movimiento, quienes se niegan a levantar el bloqueo pese al desgaste económico. La ausencia de respuestas claras por parte de directivos y autoridades ha generado un ambiente de desesperanza, pero también de resistencia.

En este contexto, Monclova se convierte en símbolo de lucha obrera, con trabajadores decididos a defender el patrimonio industrial de la región, aún en medio de incertidumbre jurídica y financiera.

Cuando una empresa cae, se tambalean también las familias, los barrios y el orgullo de una ciudad entera. En Monclova, los obreros han elegido no rendirse. Porque a veces, quedarse firmes es la única forma de no perderlo todo.