Entre enero y julio de 2025, la Secretaría del Trabajo de Coahuila (SETRA) ha otorgado 986 permisos laborales para adolescentes de entre 15 y 17 años, un esfuerzo que busca permitirles acceder a un primer empleo formal sin sacrificar su educación.
De ese total, 180 fueron cartas-permiso para menores de 15 y 16 años, mientras que 806 corresponden a constancias laborales para jóvenes de 17 a quienes están por cumplir 18. La mayoría se otorgaron durante la temporada vacacional: en junio y julio se emitieron 396 permisos, cifras que superan fácilmente el promedio del primer trimestre del año, cuando solo se habían entregado 248 para mayores de 16 y 44 para menores de 16.
La Setra refuerza que estas autorizaciones se dan con condiciones claras: el permiso debe ser compatible con los estudios, no exceder jornadas de seis horas diarias, evitar trabajos riesgosos y garantizar que el adolescente continúe sus clases. Además, deben contar con autorización de padres o tutores y cumplir requisitos como examen médico y constancia escolar. Se hace especial énfasis en desalentar a empleadores informales de contratar sin ese permiso legal.
Hasta ahora se ha comprobado que se ha formalizado el trabajo juvenil asegurando requisitos mínimos de protección. Lo que falta por confirmar es si se ha evaluado el impacto real en la escolaridad o si se ofrecen mecanismos de seguimiento para garantizar que el trabajo no derive en abandono escolar o riesgos para su desarrollo.
Permitir que los jóvenes trabajen con seguridad y sin dejar de estudiar no es solo un trámite: es una oportunidad responsable. En Coahuila, el equilibrio entre educación y trabajo debe caminar acompañado de vigilancia y acompañamiento real. Así, los permisos no solo legalizan un empleo, sino que aseguran un futuro digno para nuestros adolescentes.














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