Un video difundido en redes sociales muestra a un policía municipal de Torreón reprender a una mujer que acudía por segunda ocasión a denunciar violencia de pareja: “¿De qué me sirve que me lo lleve si a los tres días vuelve con él?”, cuestionó el agente.
La grabación retrata el desgaste institucional cuando los casos se repiten y las víctimas retornan al entorno de maltrato. Esta situación no es exclusiva de Torreón: en Coahuila se requiere un enfoque integral que combine detención, acompañamiento, rehabilitación y prevención de ciclo.
Autoridades locales reconocieron que la actuación del agente “no refleja la política municipal de atención a víctimas” y anunciaron revisión del protocolo de acompañamiento y sanción interna.
La viralización del hecho visibiliza un vacío: la capacidad policial para responder existe, pero la red de seguimiento, apoyo psicológico, protección y reintegración está fragmentada. Si en una ciudad como Torreón el episodio ocurre, municipios con menos recursos podrían estar aún más vulnerables. ¿Será este momento un llamado efectivo a fortalecer la ruta de atención y no solo el clip que circula?
La justicia no se mide solo por detenciones, sino por que la víctima salga de la espiral. Un video puede escandalizar, pero lo que transforma es un sistema que acompaña, sostiene y reconstruye vidas. ¿Podremos en Coahuila levantar esa ruta integral sin que vuelva a ser noticia otro clip que avergüence?














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