En la remodelada zona del Distrito Revolución, Torreón prepara el lanzamiento del Centro Cultural del Norte como espacio artístico y comunitario para el próximo ciclo escolar, según el Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE). En redes y vecindarios se comenta con entusiasmo la posibilidad de tener talleres, exposiciones y conciertos cerca del corazón urbano. Que una ciudad mediana como esta apueste por cultura importa al resto del estado: si el turismo, la educación y el arte encuentran soporte local, otros municipios deben replicar este modelo de descentralización creativa.

El Centro estará ubicado en las antiguas instalaciones de la Preparatoria Venustiano Carranza y la secundaria Juan de la Cruz Borrego, frente al Bosque Venustiano Carranza. Se encuentra en proceso de remodelación bajo el programa urbano Distrito Revolución, con enfoque arquitectónico en inclusión y sustentabilidad.
El proyecto prevé alianzas estratégicas con escuelas, organismos artísticos locales, la orquesta sinfónica juvenil municipal y músicos de la región para integrar una oferta diversa de actividades culturales durante todo el año. Además, se busca que los talleres activos en el Centro Cultural José R. Mijares se repliquen o se coordinen desde esta nueva sede.
La expectativa es que el centro se convierta en un referente regional, no solo para Torreón, sino para municipios laguneros que carecen de espacios culturales robustos. Si funciona bien aquí, podría convertirse en un modelo replicable en ciudades medianas de Coahuila.
Aunque el proyecto tiene buenas intenciones, quedan preguntas: ¿tendrá presupuesto asegurado para mantenimiento, personal y programación constante? ¿Cómo garantizarán que también zonas marginadas de Torreón tengan acceso equitativo?

Que Torreón invierta en cultura es un acierto estratégico, pero solo si el Centro Cultural del Norte no se convierte en un proyecto de vitrina. Es esencial que trascienda su estreno y sea motor de creación y cohesión social real. ¿Queremos un Coahuila donde cada municipio tenga su propio pulso artístico accesible o donde el talento solo brote en cabeceras?