La más reciente Búsqueda Nacional en Vida concluyó en Coahuila con un saldo preliminar de 74 posibles hallazgos. Brigadas compuestas por autoridades estatales, federales y colectivos de familiares recorrieron distintos municipios con la esperanza de localizar a personas desaparecidas, un problema que persiste en la entidad y que mantiene en alerta a la sociedad.
Los resultados, aunque esperanzadores, aún requieren confirmación oficial. De acuerdo con los protocolos, cada hallazgo debe ser verificado para determinar si corresponde a personas con reporte de desaparición. En paralelo, la Fiscalía estatal y la Comisión de Búsqueda mantienen el registro actualizado, mientras colectivos insisten en que el seguimiento debe ser transparente y sin dilaciones.
La participación de Coahuila en este esfuerzo nacional refleja tanto la gravedad del fenómeno como la necesidad de cooperación entre niveles de gobierno. Sin embargo, la pregunta sigue abierta: ¿estos hallazgos podrán transformarse en reencuentros reales o quedarán como cifras que engrosan la estadística?
Las desapariciones no se resuelven solo con brigadas periódicas, por más importantes que sean. La verdadera prueba para las autoridades de Coahuila es garantizar que cada reporte se atienda con continuidad, que se fortalezcan las instituciones locales de búsqueda y que las familias encuentren acompañamiento real en su dolor. El reto es pasar de los números a los nombres, de los hallazgos preliminares a la certeza de reencuentros.














Comments are closed