El gobierno mexicano anunció la imposición de aranceles a más de 1,400 productos importados de países sin tratados comerciales vigentes, una medida que fortalece la industria estatal, especialmente en sectores exportadores clave como el automotriz, metalúrgico y manufacturero.

Coahuila sale bien posicionado. Según el secretario de Economía estatal, más del 90 % de las exportaciones coahuilenses se dirigen a Estados Unidos y Canadá, socios estratégicos del T-MEC, lo que brinda certidumbre ante un entorno internacional complejo. Esta preferencia tiene enormes beneficios fiscales, productivos y de competitividad para el estado.

Además, se informa que México está viendo un aumento sostenido en la recaudación por aranceles tras la implementación de medidas contra prácticas desleales —como el dumping— en sectores como el textil o el calzado, donde se han aplicado cuotas compensatorias.

Este impulso arancelario resulta vital para Coahuila, donde industriales destacan que la estrategia no solo protege la producción local, también refuerza cadenas de valor, genera ingreso adicional para el fisco y ofrece un entorno de mayor estabilidad en exportaciones.

Convertir restricciones externas en oportunidad requiere visión y coordinación. Estas medidas representan una ventana para que Coahuila consolide su papel como eje manufacturero: el reto ahora es traducir ese impulso en inversiones, empleo y resiliencia económica estatal. La sociedad debe seguir de cerca que estos beneficios se reflejen en más bienestar para la región.