En grupos vecinales y conversaciones de transporte en Torreón, la exigencia era clara: justicia tras la tragedia que costó la vida de tres hermanos, incluida una mujer embarazada, en la carretera Torreón–Matamoros. Este jueves, autoridades confirmaron que ya existe una orden de aprehensión contra el presunto responsable del accidente.

Primero, la Fiscalía detalló que el conductor señalado habría invadido carril y provocado el impacto frontal entre dos vehículos. Después, se informó que el expediente incluye peritajes de tránsito, testimonios de testigos y dictámenes médicos. Hasta ahora se ha comprobado que la carpeta judicial avanza con pruebas sólidas; todavía no está claro cuándo se ejecutará la orden ni si el detenido enfrentará cargos por homicidio culposo agravado.

El contraste es evidente: mientras las familias afectadas insisten en que no descansarán hasta ver una sentencia, especialistas en derecho penal advierten que los procesos pueden prolongarse meses. En Torreón, la tragedia sigue resonando como un recordatorio de la urgencia de fortalecer la seguridad vial y sancionar con firmeza a quienes ponen en riesgo la vida en carretera.

La orden de aprehensión es un paso, pero no basta. La justicia en Coahuila debe medirse en sentencias firmes y reparación del daño, no en trámites intermedios. La memoria de las víctimas exige que este caso no quede en el olvido.