En las calles de Coahuila cada vez hay más motores encendidos. En solo ocho años, el parque vehicular estatal creció en más de 200 mil unidades, colocándose como el sexto estado con mayor tasa de incremento en el país. El dato refleja el dinamismo del transporte privado, pero también enciende alertas sobre movilidad, infraestructura y medio ambiente.

De acuerdo con cifras oficiales, el aumento más notable se concentra en zonas urbanas como Saltillo, Torreón, Monclova y Piedras Negras. El crecimiento económico parcial de ciertos sectores, el crédito automotriz accesible y la necesidad de movilidad propia han impulsado la compra de vehículos, especialmente autos compactos y camionetas ligeras. Sin embargo, este salto no ha sido acompañado por una expansión proporcional en vialidades, transporte público eficiente o planeación urbana.

El resultado se percibe a diario: más tráfico, mayor demanda de estacionamientos, aumento en la emisión de contaminantes y presión sobre el mantenimiento de calles y carreteras. Especialistas advierten que, sin una estrategia integral de movilidad, el incremento del parque vehicular podría agravar los problemas viales y ambientales en las principales ciudades del estado.

Tener más autos no siempre significa avanzar. El verdadero desarrollo en movilidad se mide cuando las calles fluyen, el transporte público compite en calidad y la ciudad crece de forma ordenada. Coahuila tiene el volante… pero debe decidir hacia dónde quiere conducir.