Gracias a las recientes lluvias, la presa La Amistad alcanzó su capacidad máxima en Acuña, Coahuila. Autoridades confirmaron que el suministro de agua para uso agrícola y doméstico está asegurado, trayendo un respiro a una región históricamente golpeada por la sequía.

La naturaleza dio una tregua y Acuña la recibió con los brazos abiertos. Las lluvias de las últimas semanas elevaron el nivel de la presa La Amistad al 100%, una noticia que no se daba desde hace tiempo y que representa un alivio significativo para miles de habitantes del norte de Coahuila.

Según reportes de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), este repunte hídrico garantiza el abasto de agua potable, el riego agrícola y la operación regular de plantas potabilizadoras en la región. Las autoridades locales celebraron el hecho como un logro conjunto entre gestión hídrica, coordinación institucional y, por supuesto, la fuerza de las lluvias.

La presa, que comparte frontera con Estados Unidos, también representa un punto clave para los acuerdos binacionales sobre uso y distribución del agua. Alcanzar su capacidad total fortalece la posición del país frente a futuros escenarios de sequía o negociaciones bilaterales.

A nivel local, el impacto se sentirá directamente en los campos, las redes de agua potable y en la tranquilidad de las familias que han vivido años con el temor constante de la escasez. Las autoridades insisten, sin embargo, en no bajar la guardia y promover el uso responsable del recurso.

En tiempos de crisis hídrica, una presa llena es mucho más que una cifra: es esperanza. Acuña celebra, pero también debe aprender. Porque la abundancia de hoy no debe ser pretexto para el derroche de mañana. El agua volvió… ahora toca cuidarla.