Pues era cuestión de tiempo para que pasara lo que todos los politólogos estudiados y de café sabían, había una fracción del morenismo que no profesaba los principios de su movimiento, que no estaba respetando a las instituciones, que atacaba a sus correligionarios con fuego amigo y que actuaban como miembros de la realeza.
Una ficha roja de la INTERPOL para el Ex Secretario de Seguridad Pública en Tabasco, pero una tarjeta roja para su Ex gobernador y hoy senador Adan Augusto quien prácticamente ha desaparecido de la cámara de senadores y así será también del plano político mexicano una vez que concluya su cargo.
Esa tarjeta roja llega a Coahuila también para el senador Luis Fernando Salazar quien tenía puestas todas sus fichitas en este personaje, con ese padrinazgo es que se aventuró a desairar a la presidenta en su última visita, a atacar a otros morenistas con declaraciones fantasiosas, pagando campañas negras, embaucando a otros personajes morenistas de menor nivel y un sin fin de chapuzas e inmundicias que solo el tiempo irá destapando.
Ni modo el senador Salazar cometió falta y el árbitro le sacó la tarjeta roja que lo deja fuera de la cancha y de cualquier otro cargo, algunos embaucados se irán con él, otros se alejaran de él.
¿Alcanzará a reivindicarse, se irá a su casa a disfrutar su jubilación o saltará a otro partido?
La editorial
Ver para Creer
de Rubén Castañón
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