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Opinion

Le llueve sobre mojado a Coahuila.

En Coahuila, pareciera que una tormenta no termina de pasar cuando ya está llegando otra. Y no hablo solo del clima, aunque el agua dejó estragos en ciudades como Torreón, Saltillo o Múzquiz, donde calles, casas y familias se han visto superadas por la fuerza de lluvias para las que, claramente, no se estaba preparado, también caen otras tormentas que sacuden al estado desde distintos frentes.

Por un lado, el huachicol sigue pasando por Coahuila, proveniente de otros estados, y aunque se reportan decomisos, poco se sabe del fondo del asunto. ¿Quién lo permite? ¿Quién se beneficia? ¿Cuánto tiempo más se va a “investigar” sin consecuencias claras?

Por otro lado, la sequía azota varias regiones de nuestro estado al mismo tiempo que otras se inundan. Así es Coahuila: un territorio tan amplio como desigual, donde mientras unos no pueden cruzar la calle por el agua, otros no tienen ni una gota.

Y como si eso no fuera suficiente, los apagones eléctricos se volvieron rutina. No por mala suerte, sino por falta de mantenimiento y prevención.

En medio de este escenario complejo, esta semana Torreón se convirtió en foco nacional, al ser sede de movimiento organizado para exigir una reforma al sistema de pensiones del IMSS. Un reclamo justo, que refleja lo que tantas y tantos trabajadores llevan cargando: la incertidumbre sobre su retiro, su vejez, su derecho.

Y sin embargo, entre tanta sombra, también hay luces.

Los Servidores de la Nación en Coahuila, por ejemplo, han estado atendiendo con rapidez a vecinos afectados por las lluvias, demostrando que cuando hay voluntad y coordinación, el gobierno sí puede estar cerca, sí puede resolver.

O cómo el programa de fertilizantes del Gobierno Federal que sigue impulsando la producción agrícola. O que más de 1,500 jóvenes coahuilenses se beneficien con “Jóvenes Construyendo el Futuro”, una oportunidad real para construir trayectorias laborales con dignidad.

Pero como ciudadano, no puedo dejar de insistir en dos temas añejos y urgentes:

Atiendan ya el tema de “Los Chorros”, esa zona vial crítica que sigue en el abandono, y
avancen con la investigación real sobre el huachicol que cruza nuestro estado.

Ambos son temas que llevan años sin solución, como si el tiempo no contara cuando se trata de la seguridad pública o de la movilidad de miles de personas.

A Coahuila le está lloviendo sobre mojado. Y no podemos permitir que la falta de preparación, previsión y voluntad política nos ahogue. No todo está mal, pero lo que está mal lleva años esperando solución. Ojalá que las respuestas no lleguen solo cuando caiga otra tormenta.

Seguiré observando, caminando y opinando, porque participar también es prevenir. 

Esa es mi opinión que no se detiene. ¿Y tú, por dónde vas?

La editorial

Camino Ciudadano

Opinión que no se detiene

Por Jorge Damián Rodríguez Argüello.

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