El empleo en Coahuila atraviesa su peor momento en años: en el último año, el estado perdió más de 17 mil puestos de trabajo formales, con Monclova como el municipio más afectado por la crisis laboral. Las cifras encienden las alarmas entre autoridades, empresarios y familias que ven esfumarse oportunidades y estabilidad.
Datos oficiales del Instituto Mexicano del Seguro Social revelan que la contracción se concentró principalmente en sectores como la industria, la construcción y los servicios, golpeando especialmente a la Región Centro. Monclova, dependiente de la industria acerera y golpeada por la crisis de AHMSA, encabeza la lista de los municipios con más empleos perdidos.
Expertos advierten que la falta de inversión, la incertidumbre en sectores clave y la desaceleración económica nacional han agravado el escenario, mientras que las medidas de recuperación no han logrado revertir la tendencia negativa. Empresarios piden incentivos y certidumbre para frenar la fuga de empleos, y sindicatos urgen acciones concretas para apoyar a las familias que hoy se quedan sin ingresos.
La pérdida de empleos no solo significa menos dinero en los bolsillos de las familias, sino también menos consumo, más migración interna y un clima de incertidumbre social que exige atención urgente.
Cada empleo perdido es una historia de esfuerzo y esperanza que se apaga. Coahuila necesita algo más que discursos: requiere inversión, visión y acciones que devuelvan oportunidades a quienes las han perdido. Que el golpe laboral sea también un llamado a reinventar la economía y a no dejar a nadie atrás.
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