El descontento estalló en Torreón, donde trabajadores del IMSS encendieron la mecha de un movimiento nacional para exigir una reforma profunda al sistema de retiro. Cansados de lo que llaman “abandono sindical”, advierten que podrían irse a paro si no hay respuesta a sus demandas.

Decenas de empleados de hospitales y clínicas se reunieron este fin de semana para lanzar el Movimiento Nacional del IMSS, buscando visibilizar el deterioro del sistema de pensiones, la falta de recursos y las condiciones laborales que, aseguran, se han agravado en los últimos años. Con pancartas y consignas, los trabajadores denunciaron el “olvido” por parte de sus sindicatos, a quienes acusan de negociar a espaldas de la base y de no defender realmente sus derechos.

Entre las exigencias principales están una reforma estructural al sistema de retiro, transparencia en el manejo de fondos y mejores condiciones para el personal jubilado y en activo. El movimiento llamó a sumar a más estados y advirtió que, si no hay diálogo, están dispuestos a convocar a un paro nacional.

La reacción del IMSS y de las autoridades sindicales aún está en curso, pero el eco de Torreón ya resuena en hospitales de todo el país, donde la incertidumbre por el futuro de las pensiones mantiene en alerta a miles de familias.

La voz de los trabajadores del IMSS en Torreón es la voz de un sector que sostiene la salud pública, pero que a menudo enfrenta desgaste y desamparo. Reformar el sistema de retiro es una deuda pendiente que trasciende colores y gobiernos. Ignorar el llamado sería no solo un error político, sino una falta de justicia elemental con quienes cuidan a México.