Tras ocho meses de parálisis, la frontera de Acuña–Del Río está a punto de volver a la vida. Ganaderos celebran el anuncio: el 18 de agosto se reactiva la exportación de ganado, pero la reapertura depende de que se cumpla al pie de la letra el estricto protocolo sanitario. ¿Victoria asegurada… o nuevo tropiezo en puerta?
Durante casi un año, el silencio reinó en los corrales de Acuña. Donde antes se escuchaba el rumor constante de camiones y mugidos, solo quedó la incertidumbre. El cierre de la exportación por el brote del gusano barrenador congeló no solo el paso de miles de cabezas de ganado hacia Texas, sino la economía de toda la región fronteriza.
Pero el ánimo volvió con fuerza. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos dio luz verde: a partir del 18 de agosto, Acuña podrá reabrir su cruce ganadero, siempre y cuando se cumplan los rigurosos controles sanitarios que ya aplican Sonora y Chihuahua. La noticia cayó como agua en el desierto para los ganaderos y sus familias.
En las últimas semanas, se aceleraron los trabajos. Corrales, cuarentenarias y toda la infraestructura están casi listas, según Abel Ayala, líder ganadero. El gobierno estatal invirtió más de 8 millones de pesos en dejar todo a punto para el ansiado regreso al mercado estadounidense, donde los precios del becerro hoy se pagan mejor que nunca.
Pero la celebración viene con reservas. Si un solo protocolo falla —si hay un descuido, una trampa, una omisión— el cierre podría regresar en cualquier momento. Los productores lo saben y no quieren arriesgar el futuro de la exportación por apuros o improvisaciones.
En Acuña, se respira la mezcla de esperanza y nerviosismo. El calendario marca el 18 de agosto como una meta, pero también como una advertencia: quien no cumpla, se queda fuera.
La reapertura del cruce ganadero en Acuña es mucho más que un trámite burocrático. Es una prueba para el sector, para la autoridad y para toda la región. ¿Podrán los ganaderos de Coahuila demostrar disciplina y compromiso, o se repetirá el tropiezo que los dejó al margen tanto tiempo? El futuro inmediato depende de cada pequeño detalle, porque esta vez no hay espacio para el error. El 18 de agosto puede ser el día en que todo vuelva a empezar… o el día en que una nueva falla eche por tierra meses de espera. La última palabra la tendrán quienes cuidan el ganado… y el protocolo.
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