En Coahuila se registraron al menos 442 casos de niñas y adolescentes menores de 19 años que dieron a luz tras relaciones con hombres mucho mayores, un patrón sistemático que organizaciones y autoridades califican como abuso y explotación ─no como consentido amor juvenil.
La asociación civil Matatena alertó que estas relaciones, ocultas bajo el disfraz de consentimiento, son en realidad violación agravada. En la reciente Semana Santa, se identificaron cuatro casos de niñas de 12 y 13 años embarazadas por hombres entre 50 y 60 años, todos investigados por la Fiscalía de la Mujer y la Niñez.
La problemática refleja una crisis: Coahuila es uno de los estados con mayor incidencia de embarazos en adolescentes, tendencia que persiste desde hace más de una década, y en muchas situaciones, la justicia llega tarde o no llega.
Rompiendo mitos: no es “amor joven”, es excepción penal
-
Consentimiento inexistente: la Suprema Corte estableció que los abusos a menores no prescriben, ni pueden justificarse por argumentaciones de consentimiento cuando hay brecha de edad.
-
Trata y sexo forzado: la Fiscalía investiga estos hechos como delitos graves de explotación sexual y violación equiparada.
-
Contexto crítico: la maternidad temprana pone en riesgo la salud, educación y futuro de estas niñas, perpetuando ciclos de pobreza y dependencia.
Los especialistas coinciden en que la raíz no está en el afecto juvenil, sino en la desprotección institucional, la falta de educación sexual y la vulnerabilidad social que permite estos casos a menudo invisibles.
Cuando niñas confunden abuso con cariño por falta de información y respaldo, no es solo un problema personal: es un fracaso colectivo. Mientras no se escuche a las víctimas, se investigue con rigor y se prevenga con educación y acceso a justicia, estas cifras no serán estadísticas, serán vidas y futuros truncados. Y eso no podemos permitirlo ni callarlo más.
Comments are closed