A inicios del año me mostraron unos resultados de una encuesta de percepción social sobre el tema de la inseguridad en Coahuila y la verdad me parecieron muy interesantes, dentro del sondeo sobre las problemáticas que los ciudadanos mencionaban en sus colonias era: pandillas, falta de vigilancia e inseguridad. La conclusión que presentaba esta casa encuestadora era: inicios de descomposición social y delincuencia común.
Me permití dudar de los resultados de esa encuesta ya que Coahuila en base al INEGI presentaba una muy buena percepción en seguridad ciudadana y a fuerza de ser sinceros de momento confie mas en la encuesta institucional. Todo cambió cuando en la última encuesta publicada por INEGI hace unos meses manteníamos niveles buenos en percepción de seguridad pero de todas las gráficas, análisis y diapositivas mostradas, un índice acaparó mi atención; aumento en la percepción de inseguridad en pandillerismo.
De más está decir que hice saber a esa casa encuestadora mis respetos por su análisis social, pero me hizo reflexionar sobre el camino a la ingobernabilidad en seguridad y de cómo todos esos caminos tienen en su inicio la descomposición social y el pandillerismo, tal vez hoy sea un tema que solo afecte a las comunidades más vulnerables pero si no se controla tarde o temprano alcanzará a los sectores privilegiados para oscurecer a toda la sociedad por completo, no lo digo yo, lo dice la historia de todos los estados de nuestra república que han vivido tanto dolor en esta triste materia.
¿Sabremos corregir el rumbo de nuestro destino?
La editorial
Ver para Creer
de Rubén Castañón
Comments are closed