Una tarde rutinaria terminó en tragedia para una familia de Monclova. Un hombre de la tercera edad, que se desplazaba en silla de ruedas hacia la tienda, perdió la vida a causa de un infarto fulminante. El hecho, ocurrido en plena vía pública, conmovió a vecinos y pone sobre la mesa los retos diarios de quienes viven con discapacidad.
Testigos relataron que el hombre, conocido en la colonia por su carácter afable y su independencia, salió de su hogar como cualquier otro día. Sin embargo, a medio trayecto, se desplomó sin que nadie pudiera auxiliarlo a tiempo. Paramédicos que acudieron al lugar confirmaron que el fallecimiento fue instantáneo.
El suceso generó consternación entre habitantes del sector, quienes lamentaron la soledad y las adversidades que enfrentan las personas con movilidad limitada. Algunos vecinos señalaron la falta de accesibilidad y de redes de apoyo comunitario para quienes, como él, luchan diariamente por integrarse y vivir con dignidad.
La familia recibió muestras de solidaridad y apoyo, mientras que autoridades locales recordaron la importancia de la prevención y el acompañamiento para personas vulnerables.
La muerte de este hombre es un recordatorio silencioso de las batallas invisibles que enfrentan quienes viven con discapacidad en nuestro entorno. Más allá de la tristeza, debe impulsarnos a construir comunidades más inclusivas, solidarias y atentas. Porque nadie debería caminar —o rodar— solo en el trayecto de la vida.
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