Las lluvias intensas de las últimas horas transformaron las calles de Torreón en auténticos ríos. Varias avenidas principales fueron cerradas, decenas de vehículos quedaron varados y cientos de familias vivieron momentos de angustia ante el rápido avance del agua.
La tormenta sorprendió a la Comarca Lagunera durante la madrugada y la mañana, con precipitaciones constantes que sobrepasaron la capacidad de drenaje de la ciudad. En minutos, arterias como el bulevar Constitución, Diagonal Reforma y la calzada Cuauhtémoc quedaron intransitables. La Dirección de Tránsito y Vialidad tuvo que implementar cierres y desvíos para evitar accidentes mayores.
El panorama era desolador: autos flotando, negocios anegados, familias intentando proteger sus pertenencias y servicios de emergencia rescatando a personas atrapadas. Algunas colonias, especialmente en el oriente y sur de Torreón, reportaron daños a viviendas y pérdida de enseres, mientras brigadas municipales trabajaban a marchas forzadas para desaguar las zonas más críticas.
Protección Civil advirtió a la población mantenerse alerta, no cruzar calles inundadas y seguir los reportes oficiales, ya que se esperan lluvias intermitentes en las próximas horas. El recuento de daños apenas comienza, pero el mensaje es claro: la ciudad sigue siendo vulnerable ante lluvias intensas.
Cada tormenta en Torreón desnuda una realidad incómoda: la infraestructura pluvial no es suficiente y la planeación urbana no ha estado a la altura de los retos climáticos actuales. Las familias no pueden vivir con miedo cada vez que el cielo se nubla. Urge inversión, prevención y soluciones reales, porque la naturaleza no espera y la próxima lluvia puede estar a la vuelta de la esquina.
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