Un grupo de turistas que paseaba por la sierra de Arteaga vivió un momento inesperado cuando un oso negro se acercó a su camioneta y logró abrir la puerta delantera. El incidente, captado en video, se viralizó rápidamente y volvió a encender el debate sobre los encuentros entre humanos y fauna silvestre.

Lo que parecía una escapada tranquila al bosque se convirtió en una experiencia inolvidable —y peligrosa— para unos visitantes en Arteaga, Coahuila. Mientras descansaban en un camino de terracería, un oso negro bajó desde el monte, se aproximó al vehículo, y tras varios intentos, logró abrir la puerta del copiloto con total naturalidad.

El momento fue captado en video por los propios turistas, quienes desde el interior del vehículo conservaron la calma. En las imágenes se observa cómo el oso se pone sobre dos patas, examina la puerta y, con ayuda de sus garras, consigue accionar la manija. Por suerte, nadie resultó herido y el oso, tras husmear brevemente, se retiró sin causar daños mayores.

Este tipo de encuentros no es nuevo en la Sierra de Arteaga, una zona montañosa rica en biodiversidad y hábitat natural de osos negros. Sin embargo, la frecuencia de estos episodios ha aumentado, en parte por el crecimiento urbano y la costumbre de los animales de buscar alimento fácil en áreas donde hay presencia humana.

Autoridades ambientales reiteraron el llamado a no alimentar ni acercarse a los osos, mantener los vehículos cerrados y manejar la basura con responsabilidad. El contacto frecuente puede alterar su comportamiento natural y representar un riesgo tanto para las personas como para los propios animales.

Arteaga es un paraíso natural, pero también territorio de especies que merecen respeto. El oso no fue agresivo, pero sí claro: ya no hay barreras entre su mundo y el nuestro. Si queremos seguir compartiendo la sierra, toca aprender a convivir… sin invadir.