La Auditoría Superior de la Federación puso el dedo en la llaga: detectó anomalías por 85 millones de pesos en la obra más ambiciosa para la región Lagunera. El sueño de agua limpia para todos se ensucia entre sobrecostos, pagos injustificados y promesas que se evaporan en el desierto.
El megaproyecto “Agua Saludable para La Laguna” nació con la promesa de transformar la vida de millones, garantizando agua potable y segura para ocho municipios en Coahuila y Durango. Pero en la más reciente revisión de la ASF, los resultados exhiben una realidad menos esperanzadora: 85 millones de pesos en observaciones por pagos duplicados, contratos entregados sin justificar y obras incompletas.
Según la auditoría, hay expedientes técnicos deficientes, pagos por trabajos no ejecutados y facturación que no cuadra con la realidad en campo. Incluso se reportan anticipos a contratistas que no entregaron avances tangibles y adquisiciones de materiales que nunca llegaron a destino. La lista de irregularidades sigue creciendo, mientras el proyecto —de más de 15 mil millones de pesos— sigue sin concretar sus principales metas.
Mientras tanto, habitantes de La Laguna siguen esperando que el agua prometida llegue a sus hogares, pero la desconfianza crece. Organizaciones civiles y usuarios exigen transparencia, castigo para quienes desfalcaron el presupuesto y, sobre todo, que el proyecto no quede en la lista de grandes promesas incumplidas.
La historia del agua en La Laguna es también la historia de la esperanza y el desencanto en México. Un megaproyecto que debió unir a gobiernos y ciudadanía ahora navega entre sospechas y reclamos. Si el agua es vida, la corrupción es su peor veneno. Solo la vigilancia social y la rendición de cuentas podrán limpiar este cauce y devolver la confianza a una región sedienta de honestidad, no solo de agua.
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