En Coahuila, la ley ya no ofrece refugio al agresor: los delitos de abuso sexual contra niñas y niños no prescriben jamás. Pero mientras la Fiscalía presume avances jurídicos, los casos siguen multiplicándose en la vida real. El dolor no prescribe. Tampoco el miedo.
Esta semana, la Fiscalía General del Estado confirmó que, en Coahuila, quien abuse sexualmente de un menor podrá ser perseguido y juzgado sin límite de tiempo. Es un avance legal relevante: ningún criminal puede ampararse en el paso de los años para quedar impune, ni el sistema podrá cerrar el expediente argumentando que “ya pasó mucho tiempo”.
Sin embargo, la noticia no llega sola. En Piedras Negras, la misma semana, se reportó un preocupante aumento en los casos de abuso infantil. Las cifras duelen: en la mayoría de los casos, los agresores vivían en la misma casa que sus víctimas. Padres, padrastros, familiares cercanos: los rostros del peligro están demasiado cerca, demasiado protegidos por el silencio y la rutina. La cifra negra —ese universo de casos no denunciados— sigue siendo inmensa, advierten los expertos, porque el miedo y la culpa bloquean la denuncia durante años.
Las autoridades insisten en que la nueva legislación es una herramienta para la justicia. Pero la realidad en los barrios y colonias exige más que leyes: exige vigilancia, educación, prevención, acompañamiento psicológico y entornos seguros para niñas y niños. Exige que la comunidad entera rompa el pacto de silencio, porque la mayoría de estos crímenes se gestan en casa, bajo el mismo techo, muchas veces a plena vista de quienes no quieren —o no pueden— ver.
En Coahuila, los abusadores ya no pueden esconderse tras el calendario, pero mientras el miedo y la vergüenza sigan encerrando a las víctimas, la justicia será una promesa lejana. La ley es solo un paso. Hace falta una sociedad capaz de escuchar, de creer y de actuar sin reservas. Porque el tiempo no borra el dolor, y la única prescripción posible es la que trae la verdad y el apoyo colectivo. ¿Estamos listos para dar ese paso juntos?
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